El ROMANTICISMO: Es un movimiento
cultural que
se inicia en Europa a finales del XVIII y que se extiende hasta mediados del
XIX, es decir, ocupa la primera mitad del XIX. En España esto es un poco diferente
debido a las circunstancias políticas y sociales. Se puede afirmar que con la
llegada del Romanticismo, la juventud conquista su derecho a ser tenida en
cuenta y a adquirir prootagonismo social. Por primera vez, los jóvenes imponen
sus modas, sus costumbres, sus ideas y su manera de concebir el Arte.
Para que se pudiera dar este movimiento, cuyo pilar
principal es la defensa de la libertad, se tuvieron que dar unas circunstancias
históricas determinadas, entre las que destacan:
. La Revolución Americana de 1776 (Independencia de
EEU y Derechos del Hombre).
. La Revolución Francesa, 1789 (libertad,
igualdad y fraternidad).
Muchas veces se identifica el Romanticismo con sus primeras
manifestaciones, un tanto exageradas, o, sobre todo, con un
sentimentalismo lánguido, soñador… pero el Romanticismo es ante todo una
actitud ante los problemas del hombre, de la sociedad, de la cultura, una
actitud liberadora que tiende a totalizar –y no a excluir- y que admite en sí
las contradicciones del ser humano.
El origen del Romanticismo
literario hay que situarlo en Alemania con autores de
la talla de Goethe. La importancia de Alemania no sólo reside en la creación
literaria, sino tb en su sólida base filosófica, con autores como Herder o los
hermanos Schelegel. Paralelamente en Inglaterra:
Byron, Shelley, Keats…; en Italia, Leopardi; en Francia,
Victor Hugo o Alexandre Dumas.
En España, no se puede hablar
de Romanticismo hasta 1835 aprox. cuando vuelven los escritores liberales
exilados durante el periodo
absolutista de Fernando VII. Todo el XIX es una época de inestabilidad política
y social (circunstancias que propician también la aparición del Romanticismo), cosa
que es aún más acusada en la primera mitad. Destacan: La Guerra de la
Independencia; la Constitución de Cádiz
de 1812, que consagra por 1ª vez
la democracia, la libertad y la soberanía popular; el periodo
absolutista de Fernando VII; la lucha entre liberales y
conservadores; la alternancia de poder entre
liberales y conservadores; el auge de los nacionalismos
en Cataluña y Galicia.
Características principales del Romanticismo:
Individualismo
o exaltación del yo Defensa
de la libertad Irracionalismo
Idealismo
y frustración Nacionalismo Espíritu
rebelde y juvenil
Incorporación
del paisaje como espejo del yo
Individualismo o exaltación del yo:
El Arte y la Literatura se convierten
en la expresión de los sentimientos del individuo. Se valora, por lo tanto,
todo lo subjetivo frente a la objetividad. Así en la literatura tiene gran auge
la poesía lírica, ideal para expresar los sentimiento del autor; y en la
narrativa, se pone de moda la novela epistolar o la novela-diario, cuyo ejemplo
supremo es el Wether, de Goethe. El amor es un tema
central, pero no el único. No suele ser nunca un amor feliz, sino un amor
imposible. La mujer aparece o bien
idealizada o bien como fuente del mal (la mujer-bruja o la mujer-arpía).
Defensa
de la libertad:
Se defiende la libertad sobre
cualquier cosa; se rechazan las normas establecidas, tanto sociales como
políticas o artísticas y literarias. La única norma de conducta para los
románticos es el sentimiento. Alguno escritores románticos participan en la
defensa de la libertad de países que en ese momento se estaban independizando
como Lord Byron en Grecia.
Irracionalismo:
Frente a la defensa de la Razón
vigente en el XVIII, el Romanticismo valora lo no racional: la emoción, el
sueño, la fantasía, la intuición.
De esta actitud surge la moderna
literatura fantástica de terror. Como ya se sabía que seres como brujas, etc.
eran pura fantasía, se empieza a experimentar con el miedo como simple
divertimento. Así parece la novela gótica o fantástica, cuyo ejemplo más
representativo es el Frankenstein de Mary Shelley. En
el caso de la literatura española, encontramos el caso de las Leyendas
de Bécquer.
Idealismo
y frustración:
La aspiración a aunos ideales absolutos
(felicidad, amor, justicia, paz), difícilmente asequibles, provoca en el hombre
romántico un choque con la realidad que le lleva al desengaño y la frustración. La vida se vuelve entonces un
problema irresoluble, ante el que sólo caben dos actitudes que suelen ir
unidas: la angustia y la consiguiente evasión, que lleva al
abandono, a la droga, al suicidio o al escapismo espacio-temporal.
Los románticos fueron los primeros
escritores que experimentaron con las drogas (opio, láudano y alcohol de todo tipo).
El suicidio se lleva a cabo tanto en la literatura (Werther)
como en la realidad (Carolina von Günderrode o Larra, en España).
Otra manifestación de la evasión o
escapismo son los viajes a países exóticos (España, junto al Oriente, era uno
de ellos à
Andalucía: la “Carmen” de Merimée). En literatura, la evasión hacia épocas
pasadas como la Edad Media. Así se pone de moda la novela histórica con autores
como Walter Scott (Ivanhoe) y el interés por
romances y leyendas.
Nacionalismo:
Se exalta lo peculiar de cada
país. Se tratan temas legendarios o históricos. Uso literario de lenguas como
el catalán, gallego...
Incorporación
del paisaje como espejo del yo:
La naturaleza se capta en la obra
literaria a través del estado de ánimo del poeta. Ahora bien, nunca es una
naturaleza alegre o luminosa, sino o bien melancólica o bien tétrica o
turbulenta. Ej.: cementerios, ruinas, olas rompientes en abismos, paisajes
difuminados, misteriosos, la noche, la luna, la noche de difuntos… (Friedrich
en pintura).
Espíritu
rebelde y juvenil:
Muchos autores adoptan una actitud
desafiante ante la sociedad en su vida real. En literatura, el mal, la
libertad, el amor son temas clave.
Ante la realidad frustrante,
muchos personajes abrazan el mal. Sólo pueden ser redimidos por la libertad y
el amor vividos a espaldas de las limitaciones y convenciones burguesas (Ej. Fausto,
de Goethe) Se admira a personajes que dan la vuelta a lo que se entendía por
“héroe” hasta ese momento. Ahora se cantará a personajes como: piratas /
corsarios, proscritos / perseguidos por la justicia, delincuentes, etc. En
definitiva, se admira a los que se enfrentan a la sociedad con su vida y sus
actitudes, a los que son libres de aceptar las normas y convenciones.
Con diez
cañones por banda,
viento en
popa, a toda vela,
no corta
el mar, sino vuela
un velero
bergantín.
Bajel
pirata que llaman,
por su
bravura, El Temido,
en todo
mar conocido
del uno al
otro confín.
[...]
Que es
mi barco mi tesoro,
que es
mi dios la libertad,
mi ley,
la fuerza y el viento; mi única patria, la mar.
ESPRONCEDA
Panorama literario en España:
El Romanticismo es en España un movimiento tardío y
breve, apenas dura una década (1835-1845 aprox.). Destacan en este periodo
autores como Zorrilla (teatro: Don Juan),
Espronceda (poesía) y el Duque de Rivas (teatro y poesía). Después, hay una
especie de periodo de transición hasta 1870 en el que
coexisten varias corrientes literarias. Una de ellas será el Posromanticismo,
con autores tan importantes como Bécquer (1836) y Rosalía (1837), que escriben cronológicamente cuando el
Romanticismo ya ha pasado, pero cuya obra se puede considerar dentro del
movimiento; eso sí, es un Romanticismo –sobre todo en poesía- de carácter
intimista y sencillo, lleno de naturalidad y emoción.
Autores liberales: Espronceda, Larra.
Autores conservadores: Zorrilla.
Autores posrománticos: Bécquer, Rosalía.