En este enlace, podrás completar y ampliar la información que de Rosalía de Castro se ha trabajado en clase, e incluso tendrás acceso a toda su obra de manera gratuita. Recordemos, de todos modos, cuatro apuntes de su vida y obra. Rosalía de Castro (1837-1885) fue hija natural de Teresa de Castro, mujer de una noble familia gallega y de un sacerdote. Este hecho marcó tanto su vida como su carácter, aunque nunca le reprochó a su madre el haberla "abandonado" durante su niñez con la familia paterna. Su primer libro de versos, La flor (1857), es el comienzo de una obra en la que el dolor, la "saudade", el amor desgraciado y la denuncia social (solidaridad con las mujeres, los marineros y los gallegos obligados a emigrar) serán temas principales. Destacan: en gallego, Cantares gallegos (obra de juventud) y Follas novas (1880); en castellano, En las orillas del Sar (1884). Rosalía colaboró de manera decidida al renacimiento de la lengua gallega. En el vídeo, encontrarás la versión musicada por Luz Casal de Negra Sombra, uno de los poemas más famosos de Rosalía. Este
poema se convirtió en una de las más emblemáticas
canciones de la música gallega, porque el músico Xoán Montés Capón (Lugo
1840-1899) unió estas letras con una melodía popular recogida en A Cruz do
Incio. La “negra sombra” es un símbolo del dolor producido
por saber que el destino del hombre es la soledad, es decir, es el símbolo del
dolor de existir.
Cando penso que te fuches,
negra sombra que me asombras,
ó pé dos meus cabezales
tornas facéndome mofa.
Cando maxino que es ida,
no mesmo sol te me amostras,
i eres a estrela que brila,
i eres o vento que zoa.
Si cantan, es ti que
cantas,
si choran, es ti que choras,
i es o marmurio do río
i es a noite i es a aurora.
En todo estás e ti es
todo,
pra min i en min mesma moras,
nin me abandonarás nunca,
sombra que sempre me asombras.
Cuando pienso que
te fuiste,
negra sombra que
me asombras,
al pie de mi
cabecera
tornas haciéndome
mofa.
Cuando imagino que
te has ido,
en el mismo sol te
me muestras,
y eres la estrella
que brilla,
y eres el viento
que sopla.
Si cantan, tú eres
quien canta,
si lloran, tú eres
quien llora,
y eres el murmullo
del río
y eres la noche y
la aurora.
En todo estás y
eres todo,
para mí, en mí
misma moras,
ni me abandonarás
nunca,
sombra que siempre me asombras.
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